Llevaba el aroma del café en sus labios, adoraba sentirlo por la mañana cuando le daba el beso de buenos días, afrodisíaco? quizás....sabía que al sentir ese olor lo recordaría siempre....él no lo imaginaba. La ciudad solitaria todavía, podía sentir el frescor de la mañana, ese rocío que no acaba de caer y convierte el césped en una alfombra iridiscente, iba camino a la estación, con una maleta en la mano y en la otra todas las caricias que no pudo darle.
No, no estaba triste, una melancolía extraña se había apoderado de ella, pero al recordar los momentos vividos juntos, se le dibujaba una sonrisa, lo que él le había prometido se había cumplido.- quiero que sean tus mejores vacaciones y lo pases feliz.- dijo y así había sido.
No eran niños, ambos venían con mochilas cargadas, de otras vidas, de otros sueños, dolía saberlo?
a veces ...cuando de sus labios se escapaba otro nombre, otro recuerdo, otro instante...
Sin compromisos, eran simplemente amigos, aunque esa denominación era rara para lo que habían vivido, no quería rótulos , él no era suyo pero ella si se sentía de él, simplemente porque lo quería .
En esos días vio en él un ser sensible, atento, generoso, al que había vislumbrado hace mucho tiempo...
Subió al tren y comenzó a alejarse, la distancia inevitable, iba a ser dura, había prometido volver pronto....de repente la camarera del tren le pregunta un café? ella olió aquel aroma y dijo .-si...quiero ese café...
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