La casa era grande, pensada para una familia, se componía de dos plantas. Una escalera de madera llevaba al piso superior con su baranda torneada. Ya todos habían partido. Sus días eran bastante rutinarios, levantarse desayunar y arreglarse para ir a trabajar. Volvía a la noche cansada sin ganas de nada, se servia una copa de vino sacaba sus zapatos y se recostaba en el sillón, junto al fuego. Todo comenzó una noche en la que estaba duchándose y sintió pasos en la escalera, se envolvió en el toallón y salió presurosa del baño gritando quien es??? miro hacia todos lados y nada, que raro? pensó eran pasos nítidos . Quizás fue en la casa de al lado, no le dio importancia y se durmió. Al día siguiente se olvidó de lo ocurrido, siguió con su rutina . Esa noche volvió a sentir los pasos, se sentó en la cama esperando que alguien apareciera, prendió la luz y nada . Lo comentó con conocidos , es alguien que no se quiere ir, un fantasma, debes hacer algo!.
Cada noche los siente, en distintos horarios, pero ya no la alarman, ella le habla a quien sea dueño de esos pasos. Sólo déjame dormir le pide y no hagas ruido. De pronto no se sintió sola, sabe que alguien la acompaña.
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Aveces quedan ecos escondidos en casas que antes habitaron varias personas y se manifiestan en el silencio. Ella tomo una buena desicion porque no estara sola en esa casa. Me a encantado leerte aunque acá es medianoche y estoy sola. Saludos amiga.
ResponderEliminarEs un relato inquietante y a la vez es tierno.
ResponderEliminarEn la vida podemos llegar a lo inimaginable.
Entre un fantasma discreto y algunos humanos yo preferiría al fantasma.
Besos.
Es un tema que siempre me ha causado respeto. Solemos pensar que esas presencias vienen a hacernos daño cuando realmente no sabemos si son malas o no.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Que bueno Lia!
ResponderEliminarNo sé si los fantasmas existen, pero por las dudas es mejor hacerse amigos, siempre serán una compañía.Me gustó.
mariarosa
Da bastante susto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiene su encanto y suspenso. Pero es que la soledad es más pasable, así sea con fantasmas. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCon melancolía y tintes de irrealidad nos planteas una soterrada reflexión sobre los efectos que la soledad puede causarle a una persona.
ResponderEliminarNo llevo mucho tiempo siguiéndote, pero creo que es tu primer texto narrativo, en lugar de poema ¿cierto? Me ha gustado tu cambio de registro para bien.
Un beso.
Da yu yu su lectura, auque la soledad es una mala consejera y amiga, quizá en un fantasma se encuentre a un silencioso amigo que llena las horas vacías de la vieja casa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Veo que supiste rescatar cierta ternura desde algo que, por lo general, suele ser inquietante. Se me hace una visión diferente a lo barato de tanta película de terror. No, esto es otra cosa y es muy agradable, como amigarse con lo enigmático.
ResponderEliminarSaludos.
Inteligente y bastante cuerda
ResponderEliminarPaz
Isaac
Lia...saber convivir con aquello que ha veces es invisible,
ResponderEliminares admirable.
Bonito relato,
Gracias :0)
gracias por tu visita y aportacion al glog
ResponderEliminarte lo agradezco mucho
Besos
buen relato, felicidades Lía
ResponderEliminarabrazos
gracias por tu huella Lia
Eliminarbuen fin de semana :)
abrazos
Bufffff me ha puesto los pelos de punta tu relato, he imaginado los pasos sobre las escaleras, he sentido el crujir de los pasos...
ResponderEliminarMaravillosamente narrado, me has estremecido.
Un beso enorme.
Muy bueno. Un amigo en el más allá puede ser importante....
ResponderEliminartequendama
Gracias por tu visita y aportacion me alegra que recreses por el blog
ResponderEliminarBesos
súper lindo ,algún duende amoroso te ronda ,besos
ResponderEliminarEs el lado amable, sin duda
ResponderEliminarPaz
Isaac