SUSPIROS
La llovizna danzaba
tras los cristales,
la piel de los dos entibiaba la tarde.
Fue cautiva de su mirada.
Despacio, sin tiempo,
alejados del mundo,
sondearon límites.
Un suspiro de su boca
desmayado en los labios,
provocó los besos
locamente apasionados.
Acompasados por el viento
que rugía envidioso;
Sin premura, con ternura,
simplemente se amaron…
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